jueves, 27 de junio de 2013

Veles

Oscuramente la llama negra ilumina la calle empedrada, el Volkolac camina sigiloso. Olor a vida, sueños de muerte, sangre corriendo, carne desgarrada, un cuerpo yace sin vida.

La criatura vaga en siniestro silencio, sus ojos muestran su ira creciente; inocentes, bandidos, bondadosos o infames, no importa, el mundo entero caerá bajo su paso, alimentando su hambre eterna.

Un llanto inocente, silencio, en sus brazos el Draugr ha dado muerte...

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