Camino en la penumbra, entre la luz y la sombra,
con cada paso incesante las sensaciones son cambiantes,
queman y enfrían, sanan y hieren,
escucho los latidos, erráticos y aturdidos;
y me siento confundida pues el dolor aprisiona mi pecho,
me ahogo y apenas sobrevivo.
En mis labios dos palabras y en mi alma todo lo vivido,
en mi corazón lo añoro: besos, caricias, respirar unidos,
tu voz amada que hace tanto no he oído.
¿Acaso todo se ha perdido?
Escucho tu respuesta y siento el vacío,
mi corazón se encoge, tembloroso se alimenta de anhelos.
Pero... Los recuerdos me aturden,
golpes a mi alma de otros días,
aquellos en que me besabas
y de tus labios oía lo que más anhelaba.
Tan sólo dos palabras:
Te amo.
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