Preguntas rondan en mi cabeza
inquietudes de lo que soy
interrogantes de lo que oí
de lo que no tengo certeza.
Y mi camino es incierto
con torcidas sendas intransitadas;
sostenida por mis piernas laceradas
caminando estoy en un laberinto.
Perdido completamente el rumbo
ausente mi fuego guía
oscuramente inicia un día
en que caminaré dando tumbos.
Sin saber hacia donde camino,
dudando incluso de mi ser,
vacía estoy, en nada puedo creer
así mi meta se hunde en el olvido.
Destrozados sueños de volar
alas ensangrentadas y rotas
lentamente muero con cada gota
del líquido carmesí que he venido a derramar.
Búsqueda constante de un mundo
largas y frías noches en vela
los ojos ardiendo a la luz de la tea
que es mi corazón mudo.
La oscuridad por compañera
con el dolor como aliciente
me he tornado en combatiente
pues en mi interior se libra una guerra.
Infinitas y cruentas batallas
campos en granate floreciendo
sobre la grama con los ojos abiertos
yazco mirando las rojizas estrellas.
Imágenes confusas y torturantes
sobre metas perdidas
el alma cubierta de heridas
causadas por sueños delirantes.
Y sueño con la grandeza
de una inminente victoria
mas pronto me hundo en la escoria
tornando mi esperanza en tristeza.
Sola, derrotada, desesperada
perdida entre las sombras
clamo por anheladas respuestas
de rodillas llorando atormentada.
El sendero avanza inclemente
rodeado de amargura
paso a paso pierdo la cordura
mas avanzo insistentemente.
Tras un velo de lágrimas
vislumbro mi camino
inconstante, dudoso, indefinido
arrastrándome avanzo entre espinas.
Luchar, sobrevivir, renacer;
en una lucha diaria combatir,
quitarse las máscaras, no fingir...
esa es la razón de ser.
